LECCION 13

  • Categoría: LECCION 1 2024
  • Publicado el Martes, 26 Marzo 2024 20:04
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Lección 13: Para el 30 de marzo de 2024
¡ESPERA EN EL SEÑOR!


Sábado 23 de marzo
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- Audio Leccion -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 27:14; Romanos 8:18-25; Salmo 131; Mateo 18:3; Salmos 126; 92; Marcos 16:1-8; 2 Pedro 1:19.

PARA MEMORIZAR:
“¡Espera en el Señor! ¡Esfuérzate y aliéntese tu corazón! ¡Espera en el Señor!” (Sal. 27:14).

Hemos llegado a la última semana de este trimestre, en el que estudiamos los salmos. En este viaje espiritual, pasamos por la experiencia del sobrecogimiento ante el majestuoso Creador, Rey y Juez; por el gozo de la liberación divina, el perdón y la salvación; por momentos de entrega en el dolor y el lamento; y por las gloriosas promesas de la presencia eterna de Dios y el anhelo de la adoración perpetua y universal a Dios. Sin embargo, el viaje continúa mientras vivamos en la esperanza de la venida del Señor, cuando nuestro anhelo de Dios hallará su cumplimiento definitivo. Si hay una nota final que podamos extraer de los salmos, debería ser “espera en el Señor”.
Esperar en el Señor no es una espera ociosa ni desesperada. Al contrario, esperar en el Señor es un acto lleno de confianza y fe; una confianza y una fe que se revelan en la acción. Esperar en el Señor transforma nuestras noches tenebrosas con la expectación de la mañana radiante (Sal. 30:5; 143:8).
Fortalece nuestro corazón con una esperanza y una paz renovadas. Nos motiva a trabajar con más ahínco al traer las gavillas de la abundante cosecha de los campos misioneros del Señor (Sal. 126:6; Mat. 9:36-38). Esperar en el Señor nunca nos avergonzará, sino que se recompensará con creces, porque el Señor es fiel a todas sus promesas (Sal. 37:7-11, 18, 34; 71:1; 119:137, 138).


Comentarios Elena G.W

 

Recordemos que la oración es la fuente de nuestra fuerza. Un obrero no puede tener éxito mientras repite apresuradamente sus oraciones, para precipitarse luego a atender algo que teme pueda quedar descuidado u olvidado. Dedica solamente unos pocos pensamientos apresurados a Dios, no toma tiempo para meditar, orar y aguardar del Señor una renovación de la fuerza física y espiritual. Pronto se cansa. No siente la influencia elevadora e inspiradora del Espíritu de Dios. No queda vigorizado por una vida nueva. Su cuerpo y cerebro cansados no son aquietados por el contacto personal con Cristo.
“Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón: sí, espera a Jehová”. “Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová” Salmo 27:14; Lamentaciones 3:26. Hay quienes trabajan todo el día y hasta tarde en la noche para hacer lo que les parece que debe ser hecho. El Señor mira con lástima a estos cansados portadores de cargas y les dice: “Venid a mí… y yo os haré descansar”. Mateo 11:28 (_Testimonios para la iglesia,_t. 7, p. 231).
Esperemos todos en el Señor, y él nos enseñará cómo trabajar. Nos revelará la obra para la que estamos mejor adaptados. Esto no inducirá a los hombres a iniciar algo con espíritu independiente, a predicar nuevas teorías. En este tiempo, cuando Satanás está tratando de anular la ley de Dios por medio de la exaltación de la falsa ciencia, necesitamos guardarnos muy cuidadosamente de todo lo que tienda a disminuir nuestra fe y a dispersar nuestras fuerzas. Como colaboradores de Dios debemos estar en armonía con la verdad y con nuestros hermanos. Debe haber consultas y cooperación.
Aun en medio de los mayores engaños de los últimos días, cuando se están por realizar milagros engañosos a la vista de los hombres en apoyo de teorías satánicas, tenemos el privilegio de escondernos en Cristo Jesús. Es posible que busquemos y obtengamos salvación. Y en este tiempo extraordinariamente peligroso debemos aprender a permanecer solos, con nuestra fe fija, no en la palabra del hombre, sino en las seguras promesas de Dios (Testimonios para los ministros, pp. 490, 491).
Muchos aun en sus momentos de devoción, no reciben la bendición de la verdadera comunión con Dios. Están demasiado apremiados. Con pasos presurosos penetran en la amorosa presencia de Cristo y se detienen tal vez un momento, mas no esperan consejo. No tienen tiempo para permanecer con el divino Maestro. Vuelven con sus preocupaciones al trabajo…
Nuestra necesidad no consiste en detenernos un momento en su presencia, sino en tener relación personal con Cristo, sentarnos en su compañía (La fe por la cual vivo, p. 227).

LECCION 12

  • Categoría: LECCION 1 2024
  • Publicado el Miércoles, 20 Marzo 2024 22:43
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Lección 12: Para el 23 de marzo de 2024
ADORACIÓN SIN FIN


Sábado 9 de marzo
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- Audio Leccion -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 134; Isaías 42:10-12; Apocalipsis 14:3; Salmos 15; 101:1-3; 96; Apocalipsis 14:6-12; Juan 4:23, 24.

PARA MEMORIZAR: “Al Señor cantaré en toda mi vida, a mi Dios salmearé mientras viva” (Sal. 104:33).

A medida que aumenta nuestra experiencia con la gracia y el poder de Dios, nos sentimos impulsados a preguntar junto con el salmista: “¿Qué pagaré al Señor por todos sus beneficios hacia mí?” (Sal. 116:12). La respuesta inevitable es dedicar la vida a ser fiel a Dios.
En Salmos, Israel no es simplemente una nación, sino “la gran congregación” (Sal. 22:22, 25; 35:18). Esto revela la vocación primordial de Israel de alabar a Dios y dar testimonio de él a las demás naciones, porque el Señor anhela que todo el mundo se una a su pueblo en la adoración. El pueblo del Señor se identifica con los justos, aquellos que adoran al Señor y cuya esperanza está en él y en su amor.
Alabar al Señor en la congregación se percibe como el culto ideal. Esto no significa que la oración y la alabanza personales en Israel asuman un papel secundario. Al contrario, el culto individual a Dios sustenta el culto comunitario con alabanzas renovadas (Sal. 22:22, 25) mientras, a su vez, el culto individual desarrolla todo su potencial en estrecha relación con la comunidad.
La comunidad que rinde culto también recibe el nombre de “congregación de los rectos” (Sal. 111:1). Los rectos conocen a Dios (Sal. 36:10) y Dios los conoce a ellos (Sal. 37:18), y esta experiencia permea todos los aspectos de su existencia.


Comentarios Elena G.W

“¿Quién expresará las valentías de Jehová? ¿quién contará sus alabanzas?” Salmo 106:2.
“Invocad su nombre: haced notorias sus obras en los pueblos. Cantadle, cantadle salmos: hablad de todas sus maravillas. Gloriaos en su santo nombre: alégrese el corazón de los que buscan a Jehová”. Salmo 105:1-3…
No debemos limitar la invitación del evangelio y presentarla solamente a unos pocos elegidos, que, suponemos nosotros, nos honrarán aceptándola. El mensaje ha de proclamarse a todos. Cuando Dios bendice a sus hijos, no es tan solo para beneficio de ellos, sino para el mundo. Cuando nos concede sus dones, es para que los multipliquemos compartiéndolos con otros (El ministerio de curación, pp. 68, 69).
Dulce será mi meditación en él; Yo me aalegraré en Jehová. Salmo 104:34.
¿Por qué no mantener vuestras mentes arraigadas en las inescrutables riquezas de Cristo, para que podáis presentar a otros las gemas de verdad? En la Palabra de Dios hay ricas minas de verdad, en cuya exploración podemos pasar la vida entera, y sin embargo encontraremos que solo hemos comenzado a revisar sus preciosos depósitos. Cavemos profundamente, y saquemos los tesoros escondidos …
Necesitamos llenar constantemente nuestra mente con Cristo, y vaciarla de egoísmo y pecado… Justamente en el momento en que vaciéis vuestra mente de vanidad y frivolidad, ese vacío será llenado con aquello que Dios desea daros: su Espíritu Santo. Entonces del buen tesoro del corazón sacaréis buenos frutos, ricas gemas del pensamiento, y otros recibirán las palabras, y comenzarán a glorificar a Dios. … Vuestros pensamientos y afectos deben morar en Cristo, y debéis reflejar sobre otros aquello que ha brillado sobre vosotros, procedente del Sol de Justicia (Nuestra elevada vocación, p. 117).
Para nuestro propio beneficio, debemos refrescar en nuestra mente todo don de Dios. Así se fortalece la fe para pedir y recibir siempre más… El alma que responda a la gracia de Dios será como un jardín regado. Su salud brotará rápidamente; su luz saldrá en la obscuridad, y la gloria del Señor le acompañará. Recordemos, pues, la bondad del Señor, y la multitud de sus tiernas misericordias. Como el pueblo de Israel, levantemos nuestras piedras de testimonio, e inscribamos sobre ellas la preciosa historia de lo que Dios ha hecho por nosotros. Y mientras repasemos su trato con nosotros en nuestra peregrinación, declaremos, con corazones conmovidos por la gratitud: “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? Tomaré la copa de la salud, e invocaré el nombre de Jehová. Ahora pagaré mis votos a Jehová delante de todo su pueblo”. Salmo 116:12-14 (El Deseado de todas las gentes, p. 314).

 

LECCION 10

  • Categoría: LECCION 1 2024
  • Publicado el Lunes, 04 Marzo 2024 19:11
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Lección 10: Para el 9 de marzo de 2024
LECCIONES DEL PASADO


Sábado 2 de marzo
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- Audio Leccion -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmos 78; 105; Gálatas 3:29; Salmos 106; 80; Números 6:22-27; Salmo 135.

PARA MEMORIZAR:
“Lo que hemos oído y entendido, que nuestros padres nos contaron. No las ocultaremos a sus hijos, contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor, su fortaleza y las maravillas que hizo” (Sal. 78:3, 4).

En numerosos salmos, la alabanza adopta la dinámica de narrar los poderosos actos de salvación del Señor. Estos salmos suelen llamarse “salmos de la historia de la salvación”, o “salmos históricos”. Algunos apelan al pueblo de Dios, al pedirle que aprenda de su historia; en particular, de sus errores y de los de sus antepasados. Ciertos salmos históricos contienen una nota predominante de himnos que destacan los maravillosos hechos de Dios en el pasado en favor de su pueblo y que fortalecen su confianza en el Señor, quien es capaz y fiel para librarlos de sus dificultades presentes.
El atractivo especial de los salmos históricos es que nos ayudan a ver nuestra vida como parte de la historia del pueblo de Dios y a reclamar ese pasado como propio. Como hemos sido adoptados en la familia del pueblo histórico de Dios por medio de Cristo (Rom. 8:15; 9:24-26; Gál. 4:6, 7), la herencia histórica del antiguo pueblo de Israel es, de hecho, el relato de nuestra ascendencia espiritual. Por lo tanto, podemos y debemos aprender de su pasado, que también es el nuestro.
El objetivo final es comprender que cada generación del pueblo de Dios desempeña un papel pequeño pero significativo en el gran despliegue histórico de los propósitos soberanos de Dios en el Gran Conflicto.


Comentarios Elena G.W

Un estudio de la historia de los hijos de Israel nos ayudará a aprender lecciones que nos evitarán repetir los errores que mancillaron su registro. El Señor libró maravillosamente a ese pueblo de la esclavitud a que lo había sometido un rey opresor, y él mismo se hizo cargo de su vasto ejército. Los guio mediante una columna de nube de día, y una columna de nube de noche; y esa nube envolvía su propia presencia. Les proporcionó alimento en el desierto y comieron pan de ángeles…
Poco después que Israel hubo levantado su campamento en el Sinaí, Moisés recibió la invitación de ascender la montaña para encontrarse con Dios. Subió solo la inclinada y áspera ladera y se acercó a la nube que señalaba la presencia de Jehová. Israel debía entrar ahora en una relación íntima y peculiar con el Altísimo. Debía ponerse como nación bajo el gobierno especial de Dios (Cada día con Dios, p. 235).
Debiéramos meditar en las Escrituras, pensando seria y sinceramente en las cosas que atañen a nuestra salvación eterna. La infinita misericordia, el amor de Jesús y el sacrificio hecho por nosotros, exigen una seria y solemne reflexión. Debiéramos espaciarnos en el carácter de nuestro querido Redentor e Intercesor. Debiéramos procurar comprender el significado del plan de salvación y meditar en la misión de Aquel que vino para salvar a su pueblo de sus pecados.
Nuestra fe y amor se fortalecerán mediante la contemplación de los temas celestiales. Nuestras oraciones serán más aceptables a Dios porque estarán más mezcladas con fe y amor. Serán más inteligentes y fervorosas. Habrá una confianza más constante en Jesús, y tendremos una experiencia diaria y viva de la voluntad y el poder de Cristo para salvar a todos los que acuden a Dios mediante él (Mente carácter y personalidad, t. 2, p. 762).
En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contrajuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él.
En palabras de incomparable belleza y ternura, el apóstol Pablo presentó a los sabios de Atenas el propósito que Dios había tenido en la creación y distribución de las razas y naciones. Declaró el apóstol: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, … de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen”. Hechos 17:24-27 (Profetas y reyes, p. 366).

 

LECCION 11

  • Categoría: LECCION 1 2024
  • Publicado el Lunes, 11 Marzo 2024 15:21
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Lección 11: Para el 16 de marzo de 2024
EL ANHELO DE DIOS EN SION


Sábado 9 de marzo
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- Audio Leccion -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 84; Apocalipsis 21:3; Salmos 122; 87; Gálatas 3:28, 29; Mateo 28:18-20; Salmos 46; 125.

PARA MEMORIZAR:
“Anhelo y ardientemente deseo los atrios del Señor. Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Sal. 84:2).

Los cantos de Sion son himnos alegres que magnifican la belleza de Sion y la soberanía del Señor, quien reina desde su monte santo. Estos salmos a menudo alaban los méritos de la casa del Señor y expresan un amor por el Santuario que se encuentra también en otros salmos. Muchos de estos salmos fueron compuestos por los hijos de Coré, quienes experimentaron de primera mano la bendición de la casa del Señor como músicos del Templo (1 Crón. 6:31-38) y como guardianes de las puertas del Templo (1 Crón. 9:19).
¿Qué hace que Sion sea fuente de esperanza y alegría? Sion representaba la viva presencia de Dios entre su pueblo. Así como el pueblo de Israel es el pueblo elegido de Dios (Deut. 7:6), Sion es el monte elegido de Dios (Sal. 78:68; 87:2). Dios reina desde Sion (Sal. 99:1, 2) y fundó su Templo también en Sion (Sal. 87:1). Así pues, Sion es un lugar de bendiciones y de refugio divinos. A menudo se hace referencia a Sion en paralelo (o incluso en forma indistinta) con Jerusalén y el Santuario, el centro de la obra de salvación de Dios para el mundo antiguo.
Las bendiciones de Sion desbordan hasta los confines de la Tierra, porque la Persona y la gracia del Señor superan los límites de cualquier lugar santo. Sion es el gozo de toda la Tierra (Sal. 48:2), y proclama que toda la Tierra pertenece a Dios.


Comentarios Elena G.W

Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Salmo 84:2…
El corazón del hombre puede ser la morada del Espíritu Santo. La paz de Cristo que sobrepuja todo entendimiento puede descansar sobre vuestra alma, y el poder transformador de su gracia puede obrar en vuestra vida, preparándoos para las cortes de gloria…
Si vuestro ojo está fijo en el blanco, si está dirigido hacia el cielo, la luz celestial llenará vuestra alma, y las cosas terrenales parecerán insignificantes e insípidas. Los propósitos del corazón cambiarán y las admoniciones de Jesús serán atendidas… Vuestros pensamientos se dirigirán a la gran recompensa de la eternidad. Todos vuestros planes se harán con respecto a la vida futura e inmortal (_La maravillosa gracia de Dios,_p. 251).
El templo de Dios está abierto en el cielo, y su umbral está inundado por la gloria destinada para cada iglesia que ama a Dios y guarda sus mandamientos. Necesitamos estudiar, meditar y orar. Entonces tendremos visión espiritual para discernir las cortes interiores del templo celestial. Captaremos los temas de los cantos y las acciones de gracias del coro celestial que rodea el trono. Cuando Sion se levante y brille, su luz será más penetrante, y preciosos cantos de alabanza y agradecimiento se escucharán en las reuniones de los santos. Dejarán de escucharse las murmuraciones, las quejas y los lamentos por pequeños chascos y dificultades. Al aplicarnos el colirio celestial contemplaremos la gloria que se extiende más allá. La fe irrumpirá en la sombra infernal de Satanás, y veremos a nuestro Abogado que ofrece el incienso de sus propios méritos en nuestro favor (A fin de conocerle, p. 275).
En el Santuario del tabernáculo construido en el desierto y en el del templo, que eran símbolos terrenales de la morada de Dios, había un lugar sagrado para su presencia. El velo adornado de querubines a su entrada solo debía ser alzado por una mano. Alzar aquel velo, y entrar sin invitación en el sagrado misterio del Lugar Santísimo, acarreaba la muerte, pues sobre el propiciatorio descansaba la gloria del Santo de los santos, a la que nadie podía mirar y sobrevivir. En el único día del año señalado para el desempeño de su ministerio en el Lugar Santísimo, el sumo sacerdote penetraba en él temblando ante la presencia de Dios, mientras que nubes de incienso velaban la gloria ante sus ojos. En todos los atrios del templo se acallaba todo rumor. Ningún sacerdote actuaba en los altares. Los adoradores, inclinados en silencioso temor, dirigían sus peticiones en demanda de misericordia divina…
“Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra”. “Jehová reinó, temblarán los pueblos: él está sentado sobre los querubines, conmoverse la tierra. Jehová en Sion es grande, y ensalzado sobre todos los pueblos. Alaben tu nombre grande y tremendo: él es santo” (El ministerio de curación, p. 344).

 

LECCION 9

  • Categoría: LECCION 1 2024
  • Publicado el Lunes, 04 Marzo 2024 19:10
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Lección 9: Para el 2 de marzo de 2024
¡BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR!


Sábado 24 de febrero
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- Audio Leccion -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Salmo 23; Juan 10:11-15; Salmos 22; 89:27-32; Colosenses 1:16; Salmo 2; Hebreos 7:20-28.

PARA MEMORIZAR: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra angular. Obra del Señor es esto, es una maravilla a nuestros ojos” (Sal. 118:22, 23).

Los salmos dan testimonio de la persona y el ministerio de Cristo. Casi todos los aspectos de su obra en el plan de salvación se ven en los salmos. De diversas maneras, la vida y la obra de Cristo están prefiguradas y predichas en ellos, a menudo con notable exactitud.
Los temas revelados en los salmos incluyen la divinidad de Cristo, su filiación divina, su obediencia, su celo por el Templo de Dios, su identidad como Buen Pastor, la traición, su sufrimiento, sus huesos que no fueron quebrados; su muerte, resurrección, ascensión, sacerdocio y realeza. Todo está allí, como se predijo muchos siglos antes de que Jesús viniera en carne y hueso.
No es de extrañar, por ejemplo, que al hablar de su ministerio Jesús citara Salmos en su conversación con los discípulos camino a Emaús (Luc. 24:44). Quería que encontraran en los salmos la prueba de quién era él.
Algunos de los salmos que tienen un cumplimiento tipológico en Cristo son Salmos 24,    45,    72    y 101    (el Rey y Juez ideal), 88    y 102    (oraciones del siervo sufriente de Dios). En todos los salmos, mediante lamentos, acciones de gracias, alabanzas y el clamor en busca de justicia y liberación de los salmistas, podemos oír los ecos de la oración de Cristo por la salvación del mundo.


Comentarios Elena G.W

[Cuando citó la profecía de la piedra que fue rechazada, Cristo se refería] a un acontecimiento verídico de la historia de Israel. El incidente estaba relacionado con la edificación del primer templo… Se había traído una piedra de un tamaño poco común y de una forma peculiar para ser usada en el fundamento; pero los obreros no podían encontrar lugar para ella, y no querían aceptarla. Era una molestia para ellos mientras quedaba abandonada en el camino. Por mucho tiempo, permaneció rechazada. Pero cuando los edificadores llegaron al fundamento de la esquina, buscaron mucho tiempo una piedra de suficiente tamaño y fortaleza, y de la forma apropiada para ocupar ese lugar y soportar el gran peso que había de descansar sobre ella. Si hubiesen escogido erróneamente la piedra de ese lugar, hubiera estado en peligro todo el edificio…
Se habían escogido diversas piedras en diferentes oportunidades, pero habían quedado desmenuzadas bajo la presión del inmenso peso… Pero al fin la atención de los edificadores se dirigió a la piedra por tanto tiempo rechazada. Había quedado expuesta al aire, al sol y a la tormenta, sin revelar la más leve rajadura. Los edificadores la examinaron. Había soportado todas las pruebas menos una. Si podía soportar la prueba de una gran presión, la aceptarían como piedra de esquina. Se hizo la prueba. La piedra fue aceptada, se la llevó a la posición asignada y se encontró que ocupaba exactamente el lugar. En visión profética, se le mostró a Isaías que esta piedra era un símbolo de Cristo (El Deseado de todas las gentes, p. 549).
Por cuarenta días Cristo permaneció en la tierra, preparando a los discípulos para la obra que tenían por delante, y explicándoles lo que hasta entonces habían sido incapaces de comprender. Les habló de las profecías concernientes a su advenimiento, su rechazamiento por los judíos, y su muerte, mostrando que todas las especificaciones de estas profecías se habían cumplido. Les dijo que debían considerar este cumplimiento de la profecía como una garantía del poder que los asistiría en sus labores futuras. “Entonces les abrió el sentido —leemos— para que entendiesen las Escrituras; y díjoles: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalén”. Y añadió: “Vosotros sois testigos de estas cosas”. Lucas 24:45-48 (Los hechos de los apóstoles, p. 22).
Los anhelosos discípulos escuchaban gozosamente las enseñanzas del Maestro, alimentándose, llenos de alegría, con cada palabra que fluía de sus santos labios. Sabían ahora con certeza que era el Salvador del mundo. Sus palabras penetraban hondamente en sus corazones, y lamentaban que tuviesen que separarse pronto de su Maestro celestial y no pudiesen ya oír las consoladoras y compasivas palabras de sus labios. Pero de nuevo se inflamaron sus corazones de amor y excelso júbilo, cuando Jesús les dijo que iba a aparejarles lugar y volver otra vez para llevárselos consigo, de modo que siempre estuviesen con él. También les prometió enviarles el Consolador, el Espíritu Santo, para guiarlos en toda verdad. “Y alzando sus manos, los bendijo” (Primeros escritos, p. 189).