LECCION 8
- Categoría: LECCION 1-2023
- Publicado el Martes, 21 Febrero 2023 11:48
- Escrito por Super User
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![]() | Lección 8: Para el 25 de febrero de 2023 CÓMO PLANIFICAR PARA TENER ÉXITO ![]() Sábado 18 de febrero |
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Lee para el estudio de esta semana Eclesiastés 12:1; Génesis 2:15; 1 Timoteo 5:8; Colosenses 3:23, 24; Génesis 39:2–5; Proverbios 3:5–8 .
Para memorizar
“Y todo lo que hagan, háganlo con todo el corazón, como para el Señor y no para los hombres; seguros de que recibirán del Señor la recompensa de la herencia; porque ustedes sirven a Cristo el Señor” ( Col. 3:23, 24 ).
La mayoría quiere vivir una vida “exitosa” y feliz. Por supuesto, en un mundo caído, donde en cualquier momento puede ocurrir una tragedia o una calamidad, este meta no siempre será fácil de alcanzar.
Luego, también, está la cuestión de cómo definimos el “éxito”. Tenemos el caso de José en Egipto; si alguna vez hubo una vida exitosa, sin duda seria esta, ¿verdad? De la prisión al palacio, ese tipo de cosas... Por otro lado, ¿qué podemos decir de Juan el Bautista? Fue de la carcel a la tumba. ¿Cuán exitoso fue su vida? Una vez más, todo depende de cómo definimos el “éxito”.
Esta semana consideramos la idea de “éxito” en el contexto de los principios financieros y de mayordomía básica. Al margen de quiénes seamos y de dónde vivamos, el dinero y las finanzas serán parte de nuestra vida, nos guste o no. Entonces, ¿cuáles son algunos pasos prácticos que podemos dar a lo largo del camino que, aunque no nos garanticen el “éxito”, de todos modos nos ayudarán a evitar trampas y errores comunes que pueden dificultar el éxito financiero?
Comentarios Elena GW
Es una mala práctica de los hombres procurar mejorar el plan de Dios… Debemos calcular fielmente el diezmo, y luego decirle al Señor: He hecho como me ha ordenado. Si quieres honrarme confiándome tus bienes para que yo negocie con ellos, por tu gracia seré un fiel administrador y me esforzaré definidamente para que haya alimento en tu casa…
Las personas que tienen grandes responsabilidades comerciales deben asegurarse de que no roben a Dios en lo más mínimo, como se dice en Malaquías. Allí se nos dice que reciben bendición los que devuelven fielmente el diezmo, y maldición los que lo retienen codiciosamente. Entonces, ¿no deberíamos asegurarnos de que obramos del lado seguro, tratando de tal manera los preceptos de Dios en nuestro manejo de la propiedad que nos ha prestado bajo confianza que no pueda caer ni una sombra de reproche sobre nosotros? No es necesario que preguntes; ¿no bendecirá Dios a los que le son fieles? Hemos empeñado su palabra ( That I May Know Him, p. 221; parcialmente en A fin de conocerle , p. 220).
En su capacidad de Mediador, Cristo concede a sus siervos la presencia del Espíritu Santo. Es la eficacia del Espíritu la que capacita a los agentes humanos para ser representantes del Redentor en la tarea de salvar almas. Es indispensable que nos coloquemos bajo la influencia modeladora del Espíritu Santo si queremos unirnos con Cristo en esta obra. El poder impartido de este modo nos capacita para trabajar con el Señor, en el vínculo de la unidad, como colaboradores suyos en la salvación de las almas. A todo aquel que se ofrece al Señor para servir, sin retener nada, se le concede poder para alcanzar resultados sin medida.
Mediante una promesa eterna, Dios se ha comprometido a suplir de poder y gracia a todo aquel que se santifica mediante la obediencia de la verdad. Cristo, a quien se le ha entregado todo el poder en el cielo y en la tierra, aprueba a sus instrumentos y colabora con ellos: esas almas fervientes que participan cotidianamente del pan vivo “que desciende del cielo”. Juan 6:50 . La iglesia de la tierra, unida con la iglesia celestial, puede lograr todas las cosas ( Testimonios para la iglesia , t. 7, p. 32).
[N]uestro negocio o vocación forma parte del gran plan de Dios y, mientras se lleve a cabo de acuerdo con su voluntad, él se responsabilizará de los resultados. Como “colaboradores de Dios”, la parte que nos toca es obedecer fielmente sus instrucciones. No hay, por lo tanto, lugar para la preocupación y la ansiedad. Se requiere diligencia, fidelidad, cuidado, economía y discreción. Cada facultad debe emplearse hasta lo sumo. Pero no debemos poner nuestra confianza en el resultado de nuestros esfuerzos, sino en la promesa de Dios. La Palabra que alimentó a Israel en el desierto, y mantuvo a Elías mientras prevalecía el hambre, tiene hoy el mismo poder que entonces. “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos?… Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.Mateo 6:31-33 ( La educación , p. 138).
Reavivados por su Palabra: Hoy, |
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