LECCION 11

Lección 11 Edición Maestros – ¿Qué más pude hacer? – Sábado 15 de Marzo 2025

AdolfoCalsin March 8, 20250 comments

Sábado, Marzo 08

¿Qué más pude hacer?

Lee para el estudio de esta semana

Juan 18: 37Romanos 3: 23–265: 8Isaías 5: 1-4Mateo 21: 33-39Isaías 53: 4Romanos 3: 1-4.

Para memorizar
«Le dijo entonces Pilato: “Luego, ¿eres tú rey?”. Respondió Jesús: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”» (
Juan 18: 37).

Hace algunos años fue publicado en la revista Guide un cuento infantil muy perspicaz. La historia se centra en un niño huérfano llamado Denis, quien fue adoptado por una familia en la época medieval. Denis odia apasionadamente al rey de su tierra porque cuando sus padres se enfermaron los soldados del rey se los llevaron y nunca volvió a verlos. Mucho después supo que el rey los separó para evitar que las personas sanas padecieran los horrores de la peste negra. La verdad acerca del rey liberó a Denis del odio que había albergado casi toda su vida. El rey había actuado siempre y en todos los casos por amor a su pueblo.

Hoy, muchas personas ven a Dios como Denis veía al rey. El mal que han presenciado o experimentado los lleva a odiar a Dios o a negar su existencia. ¿Dónde está Dios cuando hay sufrimiento? Si Dios es bueno, ¿por qué existe tanto mal? El Conflicto Cósmico arroja luz sobre esta cuestión crucial, pero quedan muchos interrogantes. Sin embargo, cuando todos nuestros intentos de respuesta no nos satisfacen, podemos mirar a Jesús en la Cruz y ver en él que es posible confiar en Dios a pesar de todas las preguntas que siguen sin respuesta.

 

Domingo, Marzo 09

Cristo, el vencedor

Aunque hay un enemigo en acción al que el propio Cristo se refiere como el usurpador «príncipe de este mundo», el verdadero Rey del universo es Jesucristo. Jesús vence por nosotros, y en él podemos obtener la victoria incluso en medio de las dificultades y el sufrimiento. De hecho, la obra de Cristo contrarresta al Enemigo en todo momento.

Hemos visto que las Escrituras describen al Diablo como:

El engañador del mundo entero desde el principio (Apoc. 12: 9Mat. 4: 3Juan 8: 442 Cor. 11: 31 Juan 3: 8).
El calumniador y acusador de Dios y de su pueblo en el Cielo (Apoc. 12: 10
13: 6Job 1-2Zac. 3: 12Jud. 9).
El gobernante usurpador de este mundo (
Juan 12: 3114: 3016: 11Hech. 26: 182 Cor. 4: 4Efe. 2: 21 Juan 5: 19).

Lee Juan 18: 37. ¿Qué nos dice este texto acerca de la obra de Cristo para contrarrestar los engaños del Enemigo? ¿Qué significa el hecho de que Jesús es Rey?

Aunque las Escrituras enseñan que Satanás es el archiengañador, calumniador, acusador y usurpador gobernante de este mundo, también enseñan que Jesús venció a Satanás en todos los sentidos.

Jesús vino al mundo «para dar testimonio de la verdad» (Juan 18: 37).
Por medio de la Cruz, Jesús demostró de manera suprema la justicia y el amor perfectos de Dios (Rom. 3: 25
265: 8), refutando así las calumnias del Diablo (Apoc. 12: 1011).
Jesús finalmente destruirá el reino del Diablo, quien sabe que le queda poco tiempo (Apoc. 12: 12; compara con Rom. 16: 20), y «reinará por los siglos de los siglos» (Apoc. 11: 15).

En última instancia e independientemente de lo que haga, Satanás ya es un enemigo derrotado. En vista de ello, la clave para nosotros consiste en reclamar cada día, momento a momento, la victoria lograda por Cristo en nuestro favor y las promesas que la Cruz nos ha ofrecido.

Sabemos qué bando resultará victorioso en el Gran Conflicto. ¿Cómo determinan nuestras decisiones cotidianas el bando en que estamos? ¿Cómo podemos asegurarnos de estar del lado vencedor incluso ahora?

 

Lunes, Marzo 10

El que es justo y justifica

La obra de Cristo deshace en todo momento la del Diablo. Según 1 Juan 3: 8, Jesús «vino para destruir las obras del diablo» (1 Juan 3: 8, NTV) y «para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo» (Heb. 2: 14). Sin embargo, la derrota total del dominio del Enemigo ocurre en dos etapas. Primero, Cristo refuta las calumnias de Satanás mediante la obra de la Cruz. Luego, Satanás y su reino serán destruidos.

Lee Romanos 3: 23 al 26 y 5: 8. ¿Qué revelan estos pasajes acerca de la forma en que Cristo demuestra la falsedad de las acusaciones del Diablo?

Como hemos visto, el Enemigo afirma que Dios no es plenamente justo y amoroso. Sin embargo, Dios proveyó en la persona de Cristo la máxima manifestación de la justicia y el amor divinos, y lo hizo por medio de la Cruz.

Después de la muerte de Jesús, «Satanás vio que su disfraz le había sido arrancado. Su administración quedaba desenmascarada delante de los ángeles que no habían caído y delante del universo celestial. Se había revelado como homicida. Al derramar la sangre del Hijo de Dios, había perdido la consideración de los seres celestiales» (Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 722).

Lee Apocalipsis 12: 10 al 12 a la luz de Génesis 3: 15. ¿Cómo arroja luz este pasaje sobre el significado cósmico de la victoria de Cristo en la Cruz?

La historia de la Redención provee abundantes evidencias de que podemos confiar en que Dios siempre obra para que lo bueno finalmente ocurra en favor de todos los implicados. El Dios de las Escrituras siempre hace lo bueno y preferible con los medios de que dispone en medio del Gran Conflicto (Gén. 18: 25Deut. 32: 41 Sam. 3: 18Sal. 145: 17Dan. 4: 37Hab. 1: 13Apoc. 15: 3).

¿Por qué es tan importante que en el Conflicto Cósmico se demuestre que Dios se caracteriza por la justicia y el amor? Cuando reflexionas acerca de la Cruz y de todas las obras de Dios en el Plan de Redención, ¿cómo te ayudan las obras de Dios a confiar en su amor, incluso en medio de las dificultades y el sufrimiento?

 

Martes, Marzo 11

El cántico de mi amado

Dios ha manifestado asombrosamente su amor y su justicia en medio del Conflicto Cósmico. Sin embargo, algunos podrían preguntarse: ¿Debería Dios haber hecho más de lo que hizo para prevenir y/o eliminar el mal? Como hemos visto, el trasfondo del Conflicto Cósmico muestra el respeto de Dios por el libre albedrío necesario para que pudiera existir una relación de amor perfecta entre él y la humanidad. Además, Dios se ciñó a ciertas limitaciones morales o reglas de enfrentamiento en el contexto de una disputa cósmica acerca de su carácter, algo que solo puede resolverse mediante la demostración de su amor.

Lee Isaías 5: 1 al 4. ¿Quién habla en estos versículos? ¿De quién habla Isaías? ¿A quiénes representan la viña y el viñador? ¿Qué significan las acciones del viñador en favor de la viña? ¿Cuál es el resultado?

En estos versículos, Isaías canta una canción acerca de su amada, caracterizada como una viña. El dueño de la viña es Dios mismo, y la viña representa al pueblo de Dios (ver, por ejemplo, Isa. 1: 8Jer. 2: 21). Pero las implicaciones pueden aquí ampliarse e incluir la obra de Dios en el mundo. Según estos versículos, el dueño de la viña (Dios) hizo todo lo que razonablemente cabía esperar para asegurar el florecimiento de su viña. Esta debería haber producido buenas uvas, pero solo produjo «uvas silvestres», que otras traducciones denominan «sin valor». De hecho, la expresión hebrea así traducida significa literalmente «fruto apestoso». En otras palabras, la viña de Dios produjo uvas podridas.

En Isaías 5: 3, Dios mismo invita a las personas a «juzgar» entre él y su viña. Y en Isaías 5: 4, él plantea la pregunta más importante: «¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diera uvas buenas, ha dado uvas silvestres?». ¿Qué más pudo hacer? ¡Cuán asombroso es que incluso pida a otros que evalúen lo que hizo!

Cuando contemplamos la Cruz, donde Dios se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados, ¿cómo adquieren sus palabras («¿qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella?») un significado asombroso?

 

Miércoles, Marzo 12

La parábola de Cristo acerca de la viña

En la parábola de Mateo 21 acerca del dueño de la viña, Jesús retoma el relato donde lo dejó Isaías 5 y arroja luz adicional sobre el carácter y las acciones del viñador en favor de su viña.

Lee Mateo 21: 33–39 teniendo en mente la pregunta de Isaías 5: 4. ¿Qué más se podría haber hecho por la viña que no se haya hecho antes?

La primera parte de la parábola de Cristo cita directamente el canto de Isaías 5 acerca del viñador y su viña. Jesús añade luego que el dueño de la viña la «arrendó a unos labradores y se fue lejos» (Mat. 21: 33). Pero, cuando el dueño de la viña envió dos veces a sus siervos (los profetas) a recoger el producto, quienes arrendaban su viña golpearon y mataron a sus siervos (Mat. 21: 34-36). Finalmente, envió a su Hijo (Jesús) pensando: «Tendrán respeto a mi hijo» (Mat. 21: 37). Pero también asesinaron a su Hijo después de decir: «“Este es el heredero. Vamos a matarlo, y así nos quedaremos con su herencia”. Entonces, lo sacaron de la viña y lo mataron» (Mat. 21: 3839, RVC).

¿Qué más podía Dios hacer? El Padre nos amó tanto que dio a su Hijo amado (Juan 3: 16). Si el Conflicto Cósmico es del tipo sugerido aquí, no podría resolverse prematuramente mediante el ejercicio del poder divino, sino que requeriría primero una demostración pública del carácter de Dios. Esta demostración ha sido expuesta en última instancia en la obra de Cristo (Rom. 3: 25265: 8). ¿Qué más podemos pedir después de que Dios se entregó a sí mismo en Cristo para morir por nosotros para poder así justificarnos sin comprometer en modo alguno su justicia y su amor perfectos?

La Cruz demuestra que Dios hizo todo lo posible para mitigar y eliminar el mal, pero sin destruir el contexto necesario para el florecimiento del amor genuino. Si Dios hubiese dispuesto de una alternativa preferible, ¿no la habría elegido? Aunque las personas sufren mucho a causa del Conflicto Cósmico, Dios es quien más sufre. Cuando miramos a la Cruz, podemos, en efecto, ver el sufrimiento y el dolor que el pecado ha producido a Dios mismo. Sin embargo, tan sagrada era la libertad inherente al amor que Cristo estuvo dispuesto a soportarlo todo para nuestro bien.

Lee Isaías 53: 4. ¿De quiénes eran las «enfermedades» y los «dolores» que Cristo cargó en la Cruz? ¿Qué nos dice esto acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros y de lo que le ha costado nuestra salvación?

 

Jueves, Marzo 13

La vindicación del nombre de Dios

En última instancia, el nombre de Dios resulta plenamente vindicado. Mediante la obra del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en el Plan de Redención, la justicia y el amor perfectos de Dios se manifiestan más allá de toda duda razonable (ver Rom. 3: 25265: 8).

Lee Romanos 3: 1 al 4 a la luz de Isaías 5: 3 y 4. ¿Qué enseña esto acerca de la vindicación de Dios en el Conflicto Cósmico?

En Romanos 3 e Isaías 5, vemos que Dios invita, en un sentido limitado, a sus criaturas a juzgar su carácter, aunque no tengamos derecho ni estemos en posición de hacerlo. Al final, cuando todos los «libros» sean abiertos, veremos la evidencia de que Dios es perfectamente justo y recto. Él quedará vindicado ante toda la Creación inteligente.

Lee Apocalipsis 15: 3 y 19: 1 al 6. ¿Qué enseñan estos pasajes sobre la vindicación final del nombre de Dios?

A lo largo de las Escrituras, Dios muestra preocupación por su nombre. ¿Por qué? No puedes tener una relación de amor profundo con alguien cuyo carácter detestas o en quien no confías. Si alguien dijera a tu cónyuge o a tu futuro cónyuge horribles mentiras acerca de tu carácter, harías lo que fuera necesario para contrarrestar tales afirmaciones, pues si son creídas pondrán fin a tu relación de amor.

En última instancia, Dios resulta vindicado en la Cruz y a través de todo el Plan de Redención. En el juicio previo al Advenimiento, Dios es vindicado ante el universo.

Luego, en el juicio posterior al Advenimiento, durante el cual los redimidos incluso juzgarán a los ángeles (1 Cor. 6: 23), Dios también será vindicado, ya que los redimidos habrán tenido la oportunidad de revisar los registros y ver por sí mismos por qué Dios actuó como lo hizo, y que todas las decisiones de Dios fueron siempre perfectamente justas y amorosas. Todos tenemos muchas preguntas que necesitan respuestas. Antes de que todo termine, esas preguntas serán contestadas (ver 1 Cor. 4: 5).

Finalmente, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesús es el Señor (Fil. 2: 1011). Todo esto es parte de la vindicación del carácter de Dios.

 

Viernes, Marzo 14

Para estudiar y meditar

Lee la sección titulada «La recompensa del esfuerzo ferviente» en las páginas 227 a 229 del libro Testimonios para la iglesia, tomo 9, de Elena G. de White.

«Todo lo que nos dejó perplejos en las providencias de Dios quedará aclarado en el mundo venidero. Las cosas difíciles de entender hallarán entonces su explicación. Los misterios de la gracia nos serán revelados. Donde nuestras mentes finitas discernían solamente confusión y promesas quebrantadas, veremos la más perfecta y hermosa armonía. Sabremos que el amor infinito ordenó los incidentes que nos parecieron más penosos. A medida que comprendamos el tierno cuidado de aquel que hace que todas las cosas obren conjuntamente para nuestro bien, nos regocijaremos con gozo inefable y rebosante de gloria» (Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 227).

Preguntas para dialogar:

¿Te has sentido perplejo por las intervenciones providenciales de Dios? ¿Te consuela saber que resultarán claras finalmente?

Reflexiona acerca de lo que Cristo debió abandonar para hacerse hombre y morir por este mundo. ¿Qué dice eso acerca del amor de Dios y de si es digno de confianza? ¿Acaso pudo hacer algo más?

¿Qué tiene de importante el «nombre» de Dios? ¿Qué implica esto para quienes nos identificamos como cristianos? ¿De qué manera los cristianos han desacreditado a veces el nombre de Cristo? ¿Qué podemos hacer donde vivimos para demostrar a las personas lo que significa seguir a Cristo?

Incluso nuestras mejores «respuestas» al problema del mal son incompletas por ahora. ¿Qué podemos hacer en la práctica para acercarnos a quienes sufren y aliviar el dolor que existe en el mundo mientras esperamos la solución final y escatológica que solo Dios puede dar al problema del mal?

Reflexiona acerca del hecho de que Cristo llevó nuestras «enfermedades» y «dolores» según Isaías 53: 4. ¿Qué ocurrió corporalmente en la Cruz que nos ayude a comprender el Plan de Salvación y lo que nuestra salvación costó a Dios?