Lección 1 Para el 1 de abril de 2023 Jesús gana, Satanás pierde  SÁBADO, 25 DE MARZO	ESTUDIOS DIARIOS Sábado Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes

Leer para el estudio de esta semana Apocalipsis 12; Ef. 5:25–27, 32; Fil. 3:9; Dan. 7:25; Es un. 14:12–14; Apocalipsis 13:14–17 .

Texto de memoria:
“Y el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17, NVI ) .

En Outnumbered: Incredible Stories of History's Most Surprising Battlefield Upsets , Cormac O'Brien relata las historias de ejércitos que, aunque superados en número, aun así ganaron. Habla del ejército de Aníbal de 55.000 soldados, de Cartago, derrotando al ejército romano "invencible" de 80.000 fuertes. Cuenta la asombrosa historia del ejército griego de Alejandro Magno que derrotó al imperio de Persia.
Nosotros también estamos en una batalla de vida o muerte con un enemigo astuto. Estamos superados en número, luchando contra probabilidades increíbles. Las fuerzas del mal parecen invencibles. Parece que nos enfrentamos a una pérdida segura. La derrota parece inevitable. La victoria aparece fuera de la vista. Desde una perspectiva meramente humana, parece que las fuerzas de Satanás nos abrumarán.
Pero, gracias a Dios, aunque seamos superados en número, aunque las probabilidades (humanamente hablando) estén en nuestra contra, aunque los ataques de Satanás sean crueles, por medio de Jesús venceremos al fin. El tema del último libro de la Biblia, Apocalipsis, es este: Jesús gana, Satanás pierde. El corazón de esta batalla se describe en Apocalipsis 12 , el enfoque de nuestro estudio esta semana. Este estudio le dará una buena preparación para comprender Apocalipsis 14 y los mensajes de los tres ángeles.
* Estudie la lección de esta semana para prepararse para el sábado 1 de abril.

Notas complementarias de EGW

El mundo caído es el campo de batalla del mayor conflicto que el universo celestial y los poderes terrenales jamás hayan presenciado. Fue designado como el teatro en el que se libraría la gran lucha entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno. Cada ser humano participa en este conflicto. Nadie puede permanecer en terreno neutral. Los hombres deben aceptar o rechazar al Redentor del mundo. Todos son testigos, ya sea a favor o en contra de Cristo. Cristo llama a los que están bajo su estandarte a participar en el conflicto con él como soldados fieles, para que puedan heredar la corona de la vida. Han sido adoptados como hijos e hijas de Dios. Cristo les ha dejado Su promesa segura de que grande será la recompensa en el reino de los cielos para aquellos que participen de Su humillación y sufrimiento por causa de la verdad. . . . . . . Aquellos que en la fuerza de Cristo venzan al gran enemigo de Dios y del hombre, ocuparán una posición en las cortes celestiales por encima de los ángeles que nunca han caído.—Hijos e Hijas de Dios, pág. 242.
Cada paso en la vida puede acercarnos más a Jesús, puede darnos una experiencia más profunda de su amor y puede acercarnos un paso más al bendito hogar de la paz. Entonces, no desechemos nuestra confianza, sino tengamos una seguridad firme, más firme que nunca. “Hasta aquí nos ayudó Jehová”, y nos ayudará hasta el fin. 1 Samuel 7:12 . Miremos los pilares monumentales, recordatorios de lo que el Señor ha hecho para consolarnos y salvarnos de la mano del destructor. Mantengamos frescas en nuestra memoria todas las tiernas misericordias que Dios nos ha mostrado, las lágrimas que ha enjugado, los dolores que ha calmado, las ansiedades quitadas, los temores disipados, las necesidades suplidas, las bendiciones otorgadas, fortaleciendo así nosotros mismos por todo lo que está delante de nosotros a través del resto de nuestra peregrinación. No podemos dejar de esperar nuevas perplejidades en el conflicto venidero, pero podemos mirar tanto lo pasado como lo venidero, y decir: “Hasta aquí nos ayudó el Señor”. “Como tus días, así serán tus fuerzas”. Deuteronomio 33:25 . La prueba no excederá la fuerza que se nos dará para soportarla. Entonces, retomemos nuestro trabajo justo donde lo encontramos, creyendo que pase lo que pase, se nos dará la fuerza proporcionada a la prueba.—El Camino a Cristo, pág. 125.
El Capitán de nuestra salvación fortalecerá a Su pueblo para el conflicto en que deberá entablarse. Cuán a menudo, cuando Satanás ha llevado todas sus fuerzas contra los seguidores de Cristo, y la muerte los mira fijamente a la cara, las oraciones fervientes presentadas con fe trajeron al Capitán del ejército del Señor al campo de acción y cambiaron el rumbo de la batalla. y liberó a los oprimidos. Ahora es el momento en que debemos relacionarnos estrechamente con Dios, para que podamos estar escondidos cuando el furor de su ira se derrame sobre los hijos de los hombres.—Testimonies for the Church, vol. 5, pág. 137.

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