LECCION 1

  • Categoría: LECCION 2 2025
  • Publicado el Miércoles, 16 Abril 2025 20:38
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Lección 1 Edición Adultos. 2do Trimestre – Algunos principios de interpretación profética – Sábado 5 de Abril 2025

Sábado, Marzo 29

Algunos principios de interpretación profética

Lee para el estudio de esta semana

Jeremías 9: 2324Salmo 139: 1–6Daniel 12: 4Apocalipsis 22: 102 Timoteo 3: 15–17Hebreos 4: 12.

Para memorizar
«“Sino alábese en esto el que se haya de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que actúo con bondad, justicia y rectitud; porque eso me complace”, dice el Señor» (Jer. 9: 24).

Como ocurre con casi todo lo demás en las Escrituras, los cristianos no se ponen de acuerdo sobre la interpretación de las profecías bíblicas, lo que lleva a muchos a pensar que no vale la pena tratar de comprenderlas. Después de todo, si los cristianos luchan entre sí acerca de cada jota y tilde de las profecías, ¿qué validez puede haber en ellas? Por desgracia, incluso muchos creyentes consideran que algunos libros de la Biblia, como el Apocalipsis, son incomprensibles y los evitan, pensando que estudiar la profecía provoca más problemas que los que resuelve.

No siempre fue así. Durante los primeros 18 siglos de la historia cristiana, la mayoría de los cristianos se sentían muy cómodos con la profecía bíblica y había un sorprendente nivel de acuerdo acerca de cuáles eran sus mensajes clave. Así es como Dios quería que fuera: «Les ruego hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que hablen todos una misma cosa y que no haya entre ustedes divisiones. Antes, estén perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer» (1 Cor. 1: 10). Esta semana exploraremos algunos principios que permiten una comprensión coherente y fiable de la profecía.

 

Domingo, Marzo 30

«El que lee, entienda»

Entra en cualquier librería cristiana y observa los títulos de la sección de profecía bíblica. Rápidamente descubrirás que hay una variedad alucinante de opiniones e interpretaciones, lo que tienta a pensar que nadie puede entender documentos como el Apocalipsis. Por ejemplo, un autor dice que el anticristo no es más que una metáfora; otro opina que aparecerá en el futuro; y aun otro, que era una referencia a algo o alguien que existió en los días del Imperio Romano. Como dijo cierto predicador: «La Biblia se parece a un instrumento musical con el que cada cual interpreta la melodía que se le antoja».

Sin embargo, la Biblia no sugiere eso, sino que nos invita a leerla dando por sentado que Dios no habla en vano y que podemos comprender lo que dice en su Palabra.

Lee Mateo 24: 15Apocalipsis 1: 3Mateo 11: 25; y Jeremías 9: 23 y 24. ¿Qué sugieren estos textos sobre la intención de Dios de darse a conocer y ser comprendido por nosotros?

Muchas universidades ofrecen cursos sobre «la Biblia como literatura». Puede resultar asombroso para un creyente asistir a conferencias en las que los disertantes abordan la Biblia como lo harían con la mitología pagana. La idea de ese enfoque es que puede haber un núcleo de «verdad moral» en las historias bíblicas, pero no algo a lo que uno deba ajustar su conducta. Para esos disertantes, la idea de que la Escritura haya sido inspirada por Dios es ridícula.

En consecuencia, leen la Biblia, pero no oyen la voz de Dios que habla en sus páginas. Otros llegan a conclusiones claramente contrarias al mensaje de las Escrituras. Sin estar rendidos al Señor, y sin un corazón dispuesto a aprender la verdad, quienes leen la Biblia probablemente no solo serán incapaces de percibir su mensaje, sino también malinterpretarán el carácter amoroso y santo del Dios revelado en sus páginas. Leer la Biblia sin las herramientas adecuadas o, más importante aún, sin la actitud correcta bajo la conducción del Espíritu Santo puede resultar perjudicial.

Alguien que no era conocido por su religiosidad estaba en cierta ocasión leyendo la Biblia. Cuando le preguntaron con sorpresa qué hacía, respondió: «Busco errores». ¿Por qué es esa una actitud equivocada al leer la Palabra de Dios?

 

Lunes, Marzo 31

Dios es comprensible

Nada es tan frustrante como tener que comunicarse urgentemente en el extranjero, quizás en un centro médico o en una farmacia, sin dominar el idioma local. Sabes qué tienes que decir, pero careces del vocabulario adecuado para decirlo.

El problema de Dios para comunicarse con nosotros es otro. «Como es más alto el cielo que la tierra, así son mis caminos más altos que sus caminos, y mis pensamientos más que sus pensamientos» (Isa. 55: 9). El problema no es que Dios carezca del vocabulario necesario para comunicarse con nosotros, sino que nosotros carecemos del vocabulario y la capacidad intelectual necesarios para comprenderlo plenamente.

¿Qué sugieren los siguientes pasajes sobre el entendimiento o inteligencia de Dios en comparación con los nuestros?

Salmo 139: 1–6

Salmo 147: 5

Romanos 11: 33

1 Juan 3: 20

Nunca entenderemos plenamente la mente de Dios, pues él es infinito y omnisciente. En verdad, ni siquiera podemos entender todo acerca de la Creación. ¿Cómo podríamos entonces entender completamente al Creador?

Aunque nunca entenderemos todo, podemos comprender lo necesario para nuestra salvación (ver 2 Tim. 3: 1415). Cuando los apóstoles explicaban el evangelio a sus audiencias, se referían con frecuencia a la profecía cumplida, de lo que podemos deducir que uno de los propósitos clave de la profecía es ilustrar el Plan de Salvación. De hecho, y en última instancia, la profecía bíblica debe conducirnos, de un modo u otro, a Jesús y a la promesa de salvación que él ofrece a toda la humanidad.

El Señor, por quien fueron creadas todas las cosas (ver Col. 1: 16Juan 1: 1-3), descendió a esta Tierra y se ofreció como sacrificio en la Cruz por los pecados de todos los seres humanos. Dios nos ama a todos por igual y desea que conozcamos lo que nos ofrece en Jesús. La profecía puede hacer precisamente eso: dar a conocer su amoroso Plan de Salvación en favor de la humanidad.

Aunque hay mucho que no sabemos, ¿por qué es crucial enfocarnos en lo que sí conocemos y actuar en consecuencia en lugar de obsesionarnos por entender lo que no comprendemos?

 

Martes, Abril 01

«Daniel, cierra las palabras»

Lee Daniel 12: 4. ¿Qué orden dio el Señor a Daniel? (Comparar con Apoc. 22: 10).

No es raro oír a predicadores citar Daniel 12: 4 como predicción del auge del conocimiento tecnológico y científico justo antes del advenimiento de Cristo. Otros también lo utilizan para describir los avances en los viajes durante el último siglo. Muchos de los libros de nuestra confesión religiosa han adoptado este enfoque. Aunque pueden parecer interpretaciones razonables, el texto en cuestión apunta a otro significado.

Lee nuevamente el pasaje. La instrucción del ángel a Daniel comienza con la orden: «Cierra las palabras y sella el libro». El tema al que se refiere el texto es el propio libro de Daniel. ¿Podría, entonces, ese conocimiento que aumentaría repentinamente al final del tiempo referirse a la comprensión del libro de Daniel?

Esto distingue el libro de Daniel del Apocalipsis, en el sentido de que Juan recibió la orden de no sellar su libro (Apoc. 22: 10). El Apocalipsis debía entenderse desde el principio, porque el tiempo estaba cerca. En cambio, Daniel se entendería más claramente en un futuro lejano.

A lo largo de los siglos, muchos estudiosos cristianos intentaron explicar el libro de Daniel, y algunos lograron grandes avances. Sin embargo, la comprensión de Daniel aumentó rápidamente tras el cumplimiento de la profecía de los 1.260 años, en 1798, cuando múltiples expositores de todo el mundo comenzaron a llegar a la conclusión de que algo espectacular sucedería alrededor de 1843. El más notable de ellos, sin embargo, fue William Miller, cuya predicación dio inicio al gran movimiento adventista del siglo XIX e inició una cadena de acontecimientos que darían origen a la iglesia remanente y a una clara comprensión de los mensajes de los tres ángeles.

En otras palabras, el nacimiento de nuestro movimiento mundial es un cumplimiento de la predicción de Daniel de que «el conocimiento aumentaría» en «el tiempo del fin».

En contraste, y sin juzgar la salvación de las personas, piensa en la oscuridad en que se encuentra gran parte de la cristiandad en cuanto a su comprensión de la Biblia. Algo tan básico como el séptimo día (sábado) establecido en el Edén es ignorado, incluso descartado, en favor del domingo, un día originado en el paganismo romano. O pensemos en la absoluta ignorancia acerca de lo que la Biblia en verdad enseña sobre la muerte, ya que la mayoría de los cristianos cree en la idea pagana de que existe un alma que abandona el cuerpo en ocasión de la muerte y que pasa inmediatamente a otra esfera de existencia, lo que para algunos significa también el tormento eterno en un infierno ardiente.

En contraste con ello, los adventistas deberíamos estar muy agradecidos, y ser humildes, por el conocimiento que tenemos acerca de la verdad.

 

Miércoles, Abril 02

El estudio de la palabra

Los adventistas del séptimo día debemos mucho a William Miller por su comprensión de la profecía bíblica. Aunque dicha comprensión de pasajes clave, como Daniel 8: 14, no era perfecta, su metodología fue importante pues allanó el camino para el nacimiento de nuestro movimiento remanente de los últimos días.

Lee Mateo 5: 182 Timoteo 3: 15 al 17; y Lucas 24: 27. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre cómo debemos estudiar y comprender las profecías bíblicas?

En cierto modo, estudiar la Biblia es como armar un gran rompecabezas. Si unimos solo dos o tres piezas, es casi imposible discernir la imagen completa. Tal vez esas pocas piezas tengan que ver con la imagen de un caballo, lo que podría conducir a la conclusión errónea de que el cuadro tiene que ver con esos animales. Pero, unas cuantas piezas más contienen imágenes de una gallina y una vaca. Tras ensamblar cientos de piezas, se cae finalmente en la cuenta de que se ha estado trabajando en la imagen de un paisaje, que incluye una ciudad, una granja y una cadena de montañas en la distancia.

Una de las principales formas erróneas de estudiar la Biblia consiste en acercarse a ella como si se tratara de una colección dispersa de refranes o proverbios que pueden ser utilizados para abordar cualquier situación. Algunos recurren a la sencilla guía de estudio que aparece al principio de las Biblias que ciertos grupos cristianos dejan en las habitaciones de los hoteles y en las que aparecen versículos útiles acerca de una serie de temas. Dan así por sentado que esos versículos representan la totalidad de la enseñanza bíblica acerca de un tema determinado.

Desgraciadamente, adoptan el mismo enfoque con la profecía, al separar un texto de su contexto y compararlo con los acontecimientos actuales en lugar de hacerlo con el resto de la Biblia. Esto explica en parte el surgimiento constante de libros sobre profecía que tienen que ser actualizados con frecuencia pues sus predicciones acerca de qué ocurriría y cuándo no se cumplen.

Por eso es tan importante no limitarse a seleccionar algunos textos específicos acerca de un tema, sino estudiar cuidadosamente todo lo que la Biblia dice al respecto y tener en cuenta el contexto de cada pasaje. Es muy fácil sacar un pasaje de su contexto y hacerle decir lo que uno desea.

¿Cuál ha sido tu experiencia al tratar con quienes utilizan solo ciertos textos para defender su punto de vista acerca del estado de los muertos o del sábado? ¿Cuál es la mejor manera de responder ante esa forma errónea de usar la Biblia?

 

Jueves, Abril 03

¿Figurado o literal?

Una de las cuestiones clave que deben abordar los estudiosos de la profecía es cómo determinar si el lenguaje de la Biblia debe ser interpretado de manera literal o figurada. ¿Cómo decidir si el autor utilizó un lenguaje simbólico y qué representa el símbolo en cuestión? La mejor manera de hacerlo es ver cómo se ha utilizado esa figura o símbolo en toda la Biblia, no cómo se los utiliza actualmente. Por ejemplo, algunos consideran que el oso de Daniel 7 simboliza a Rusia, pues ese animal es utilizado hoy a menudo como representación de esa nación. Esa no es una manera sólida ni segura de interpretar el simbolismo profético.

Busca los siguientes textos y permite que la Biblia sea su propio expositor o intérprete; es decir, que defina sus propios términos. ¿Cuál es el símbolo profético común a cada grupo de textos y qué representa según la Biblia?

Daniel 7: 77: 248: 3

Apocalipsis 1: 16Efesios 6: 17Hebreos 4: 12

Apocalipsis 12: 121: 2Efesios 5: 3132Jeremías 6: 2

La incertidumbre acerca del simbolismo profético desaparece cuando se permite que la Biblia defina sus propios términos. Por ejemplo, un cuerno puede simbolizar un poder político o una nación, mientras una espada puede representar la Palabra de Dios y una mujer puede ser símbolo de la iglesia. Esto demuestra claramente que la Biblia se explica a sí misma.

Lo que queda por responder, sin embargo, es por qué Dios se comunicó mediante símbolos en lugar de hacerlo de manera directa, explícita. ¿Por qué, por ejemplo, Pedro se refiere crípticamente a la ciudad de Roma como Babilonia en 1 Pedro 5: 13?

Puede haber muchas razones por las que Dios eligiera comunicarse simbólicamente en la profecía. Por ejemplo, si el Apocalipsis hubiera nombrado claramente a Roma como la autora de tantos males, la persecución de la iglesia, de por sí intensa, podría haber sido aún peor. Sean cuales fueren las razones, podemos confiar en que Dios quiere que entendamos el significado de los símbolos bíblicos.

Aunque algunos símbolos y profecías sigan resultando un misterio o un desafío, ¿cómo puede fortalecer nuestra fe el hecho de enfocarnos en lo que sí entendemos?

 

Viernes, Abril 04

Para estudiar y meditar

Lee el capítulo titulado «Una profecía significativa» en las páginas 317 a 341 del libro El conflicto de los siglos, de Elena G. de White.

«Los ministros y el pueblo declararon que las profecías de Daniel y del Apocalipsis eran misterios incomprensibles. Pero Cristo había llamado la atención de sus discípulos a las palabras del profeta Daniel relativas a los acontecimientos que debían desarrollarse en tiempo de ellos, y les había dicho: “El que lee, entienda”. Y la aseveración de que el Apocalipsis es un misterio que no se puede comprender es rebatida por el título mismo del libro: “Revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto […]. Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca” (Apoc. 1: 1-3). […]

»Ante semejante testimonio de la Inspiración, ¿cómo se atreven los hombres a enseñar que el Apocalipsis es un misterio fuera del alcance de la inteligencia humana? Es un misterio revelado, un libro abierto. El estudio del Apocalipsis nos lleva a las profecías de Daniel, y ambos libros contienen enseñanzas de suma importancia, dadas por Dios a los hombres, acerca de los acontecimientos que han de desarrollarse al fin de la historia de este mundo.

»A Juan le fueron descubiertos cuadros de la experiencia de la iglesia que resultaban de interés profundo y conmovedor. Vio las circunstancias, los peligros, las luchas y la liberación final del pueblo de Dios. Consigna los mensajes finales que han de hacer madurar la mies de la tierra, ya sea en gavillas para el granero celestial, o en manojos para los fuegos de la destrucción. Le fueron revelados asuntos de suma importancia, especialmente para la última iglesia, con el objeto de que los que se volviesen del error a la verdad pudiesen ser instruidos con respecto a los peligros y luchas que les esperaban. Nadie necesita estar a oscuras en lo que concierne a lo que ha de acontecer en la tierra» (Elena G. de White, El conflicto de los siglos, p. 340).

Preguntas para dialogar:

¿Cómo puede el estudio de las profecías aumentar tu fe? ¿Qué profecías –algunas escritas hace miles de años acerca de acontecimientos que ocurrirían siglos o milenios después– han contribuido a aumentar tu confianza en la Biblia y, más importante aún, en el Dios que las inspiró? Por ejemplo, ¿cómo ofrece Daniel 2 razones poderosas y lógicas para confiar en que Dios existe y conoce el futuro?

¿Cuáles son las mejores maneras de protegernos de interpretaciones descabelladas y especulativas de las profecías, a veces incluso por parte de personas que están dentro de nuestra iglesia?

¿Por qué debemos poner en práctica el consejo de Pablo: «Sometan todo a prueba y retengan lo bueno» (1 Tes. 5: 21)?